By El Clásico Nacional regresa a uno de sus escenarios históricos: el Estadio Ciudad de los Deportes. Después de 65 años, América y Chivas volverán a enfrentarse en este icónico inmueble, donde durante una década (1948-1958) se libraron duelos épicos que sentaron las bases de una de las rivalidades más apasionadas del fútbol mexicano.
El Clásico en su origen: América y Chivas en la Colonia Nochebuena
En los años 40 y 50, el América disputaba sus encuentros en el Estadio Olímpico de la Ciudad de los Deportes, en la colonia Nochebuena, ya que el Estadio Azteca aún no existía. El primer encuentro entre América y Chivas en este escenario se jugó el 2 de mayo de 1948, con victoria 4-3 para los capitalinos. A lo largo de diez partidos de Liga en este recinto, Chivas logró imponerse en cinco ocasiones, mientras que América sumó cuatro triunfos y un empate.
En esos años, América aún no tenía el dominio que ostenta actualmente, y los títulos de Liga les eran esquivos. Mientras tanto, Chivas comenzaba su ascenso hacia la legendaria etapa del “Campeonísimo”, que consolidaría su grandeza en el fútbol mexicano.
Duelos de Copa que marcaron la rivalidad
Uno de los momentos más recordados de esta etapa fue en la Copa México de 1953-54, donde América y Chivas se enfrentaron en una dramática final de desempate. El partido, disputado el 12 de mayo de 1954, terminó 1-1 después del tiempo extra, y fue decidido en penales. En un giro inesperado, el delantero Eduardo González Palmer, quien improvisó como portero tras la expulsión del guardameta titular, se convirtió en la figura al detener el penal clave y darle a América su primer título de Copa en la era profesional.
Al año siguiente, ambos equipos volvieron a encontrarse en la final de Copa de 1954-55. América repitió la hazaña al vencer 1-0 a Chivas, con un gol de Manuel Cañibe, logrando así su segundo título consecutivo en el Estadio Ciudad de los Deportes.
Un regreso cargado de historia
Este sábado, América y Chivas se reencuentran en un escenario lleno de historia y simbolismo. El regreso al Estadio Ciudad de los Deportes no solo evoca los primeros enfrentamientos entre estos gigantes del fútbol mexicano, sino que también renueva una de las rivalidades más antiguas y emocionantes del país.
