Por Frida Rebollar.
En la Ciudad de México, los baches se han vuelto un verdadero quebradero de cabeza para quienes transitan por sus calles. Después de las lluvias, las vialidades se llenan de estos agujeros, que no solo ponen en riesgo la seguridad de automovilistas, motociclistas y peatones, sino que también agravan el caos vial de esta gigantesca urbe.
El desgaste de las calles: Una realidad cotidiana
Aunque los baches son algo habitual en la CDMX, su número ha ido en aumento en los últimos años, exacerbando los problemas de tránsito. Las lluvias, el mal pavimentado y el intenso tráfico son factores que han acelerado el deterioro de las calles. Zonas como Iztapalapa, Tlalpan y Gustavo A. Madero se encuentran entre las más perjudicadas, con calles que dificultan enormemente el paso diario de vehículos.
Afectaciones a los ciudadanos
Para los conductores, los baches son un peligro constante que, además de aumentar el riesgo de accidentes, incrementa los gastos en reparaciones. Desde llantas estropeadas hasta desperfectos en la suspensión, los daños económicos son evidentes. A esto se suma el hecho de que los embotellamientos se agravan cuando los conductores reducen la velocidad o buscan rutas alternativas para evitar los baches.
Los motociclistas y ciclistas corren un mayor riesgo de sufrir accidentes graves, y los peatones tampoco están a salvo, ya que los baches, muchas veces llenos de agua, se convierten en trampas que pasan desapercibidas.
Soluciones inmediatas, problema sin resolver
Las autoridades de la CDMX han implementado varios programas para reparar los baches, como “Repara tu Calle”, que permite a los ciudadanos reportar el estado de las vialidades. Sin embargo, la mayoría de las reparaciones son parches temporales. El método de rellenar los baches con asfalto es rápido, pero no soluciona el problema a largo plazo, ya que los agujeros suelen reaparecer después de un corto periodo.
Necesidad de una estrategia a largo plazo
Expertos en infraestructura señalan que la solución a los baches en la CDMX pasa por mejorar la calidad del pavimento, realizar mantenimiento preventivo y utilizar materiales más resistentes al agua y al tráfico pesado. También se proponen inversiones en nuevas tecnologías para pavimentar de manera más duradera.
El papel de los ciudadanos
La participación de los capitalinos ha sido esencial para dar visibilidad al problema de los baches. Gracias a las aplicaciones móviles y las redes sociales, los ciudadanos pueden reportar a diario el mal estado de las calles, exigiendo una solución rápida por parte del gobierno.
Aunque las soluciones definitivas aún parecen lejanas, la colaboración entre ciudadanos y autoridades es clave para avanzar hacia una CDMX con calles en mejor estado. Mientras tanto, los baches siguen siendo un obstáculo diario para millones de habitantes de la ciudad.