Moody’s ha revisado la perspectiva crediticia de México, pasándola de estable a negativa. La agencia calificadora justificó esta modificación señalando que percibe una menor solidez en la formulación de políticas y en el entorno institucional, lo cual podría afectar los resultados fiscales y económicos del país.
Además, Moody’s destacó que el aumento en el déficit fiscal de este año y la inflexibilidad en el gasto público complican los esfuerzos de consolidación fiscal, desviándose de un historial de déficits moderados.
Otro factor en la decisión es la Reforma Judicial, que, según la agencia, podría debilitar los mecanismos de control y balance del sistema judicial mexicano, impactando negativamente la estabilidad económica y fiscal del país.
Finalmente, Moody’s advirtió que los compromisos financieros de Pemex podrían impactar las finanzas del gobierno a largo plazo, ya que su deuda representa un riesgo fiscal significativo en el balance gubernamental.