By El reciente proceso de reelección de Rosario Piedra Ibarra al frente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) ha generado polémica y cuestionamientos sobre la posible influencia del presidente Andrés Manuel López Obrador en esta decisión. Aunque Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, descartó categóricamente estas versiones, su respuesta ha dejado dudas en el aire.
Durante una conferencia, Sheinbaum reaccionó a las especulaciones que circulan en redes sociales y medios sobre el supuesto control de AMLO en la designación. “¿De dónde sacan esa información? ¿Cuáles son sus fuentes? No es más que parte de una campaña sin creatividad”, afirmó, aludiendo a que estas críticas forman parte de los ataques habituales a la Cuarta Transformación.
No obstante, la narrativa sobre la posible injerencia presidencial toma fuerza con base en pruebas circunstanciales. Diversos analistas apuntan a que López Obrador, mediante aliados como Adán Augusto López, líder de Morena en el Senado, habría facilitado la continuidad de Piedra Ibarra en el cargo, pese a las críticas a su desempeño. Esto habría ocurrido, incluso, a pesar de que algunos legisladores morenistas preferían respaldar a Nashieli Ramírez, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, como una opción renovadora para la institución.
Sheinbaum, sin embargo, insistió en que López Obrador está concentrado en escribir su libro y en otras tareas relacionadas con la transformación del país, negando que el presidente tenga interés en influir en este tipo de decisiones desde su residencia en Palenque. A pesar de ello, la rapidez y el consenso alcanzado entre la mayoría morenista en el Senado generan sospechas sobre una coordinación dirigida desde las esferas más altas del poder.
El desempeño de Piedra Ibarra al frente de la CNDH ha sido objeto de críticas por su falta de independencia y eficacia en la defensa de los derechos humanos, un tema que preocupa a organizaciones civiles y a sectores de la oposición. Además, se ha señalado que su reelección parece obedecer más a criterios políticos que a una evaluación objetiva de su gestión.
Este episodio pone nuevamente en el centro del debate la autonomía de las instituciones y el grado de influencia que el Ejecutivo tiene sobre las decisiones legislativas. La CNDH, una institución clave para la protección de los derechos fundamentales en el país, enfrenta el desafío de recuperar la confianza de la ciudadanía mientras sigue bajo el escrutinio público por la cercanía que parece mantener con el gobierno federal.
En el contexto de la 4T, el control sobre organismos autónomos continúa siendo un tema sensible, y este caso refleja cómo las dinámicas internas de Morena y la figura de López Obrador siguen marcando el rumbo de decisiones trascendentales en la política mexicana.
