
La disputa pública entre Nayib Bukele y Gustavo Petro se remonta al 2023 y ha tenido múltiples episodios, el más reciente ocurrido durante el pasado fin de semana. El presidente de El Salvador participó en un encuentro con empresarios latinoamericanos, donde promovió la inversión en su país destacando su buena relación con el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump. En este contexto, Bukele contrastó su gestión con la del mandatario colombiano, Gustavo Petro, quien ha protagonizado varios desencuentros con el gobierno estadounidense.
Durante su intervención, Bukele hizo una polémica declaración al referirse a la estabilidad empresarial en Colombia: “Le decía a unos amigos empresarios de Colombia que debe ser un poco difícil, que un día están bien y al otro día el presidente se toma un par de tragos más, y hay una crisis geopolítica”, señaló. Añadió que su relación con Washington es sólida y que las inversiones en El Salvador se ven favorecidas por el fenómeno del “friendshoring”, una estrategia de comercio entre naciones con relaciones diplomáticas estables.
Este comentario alude a la crisis diplomática entre Colombia y Estados Unidos en enero de 2024, cuando Petro, mediante una publicación en X, prohibió el aterrizaje de dos vuelos militares norteamericanos que transportaban a ciudadanos colombianos deportados. La razón esgrimida fue el trato inhumano que recibieron, al ser trasladados con cadenas pese a no tener antecedentes criminales. La reacción de Trump fue inmediata y severa: suspendió temporalmente el proceso de visas en la embajada estadounidense y aumentó los aranceles en un 25%. Aunque la crisis se resolvió en cuestión de horas tras gestiones de la cancillería colombiana, evidenció la fragilidad de la relación entre ambos países, especialmente ante la volatilidad de las declaraciones presidenciales en redes sociales.
El evento empresarial donde Bukele emitió estas declaraciones, denominado Encuentro Empresarial de Padres e Hijos 2025, reunió a influyentes figuras del mundo económico. Entre los asistentes se encontraban el magnate mexicano Carlos Slim, el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Ilan Goldfajn, y destacados empresarios de América Latina como Claudia Capriles de Cisneros y José Medina Chávez. En este escenario, Bukele aprovechó para consolidar su imagen como un líder sólido para la derecha latinoamericana, en contraste con la figura de Petro.
El enfrentamiento entre ambos mandatarios no es nuevo. En marzo de 2023, Bukele atacó a Petro en X con un comentario aparentemente amistoso, pero lleno de ironía: “¿Todo bien en casa?”. Esto hacía referencia a las acusaciones de corrupción contra Nicolás Petro, hijo del presidente colombiano. Petro respondió subrayando las diferencias en el manejo de la justicia en ambos países, criticando el modelo carcelario salvadoreño y defendiendo la autonomía judicial en Colombia. La discusión se intensificó cuando Bukele defendió su política de seguridad, mientras Petro la calificaba de violatoria de derechos humanos.
En conclusión, la rivalidad entre Bukele y Petro se mantiene como un reflejo de las tensiones ideológicas y diplomáticas en la región. Mientras Bukele busca fortalecer su posición como referente de la derecha en América Latina y afianzar su relación con Trump, Petro enfrenta desafíos internos y externos que complican su gestión. La pugna entre ambos, alimentada por declaraciones y redes sociales, parece lejos de concluir y seguirá marcando la agenda política regional.