En el escenario político mexicano actual, marcado por la polarización, la propuesta de José Roberto Salinas Padilla emerge con fuerza: busca una transformación profunda del Estado, traducida en cuatro pilares fundamentales doctrinarios.
Judicial: sugiere desligar el juicio de amparo y crear un Tribunal Constitucional para garantizar autonomía, evitar concentraciones de poder y ejercer justicia anticipativa.
Legislativo: plantea mecanismos de democracia directa en votaciones clave del Congreso, transparencia total en votos y reducción de plurinominales, para revalidar la representación.

Ejecutivo: propone un verdadero plan nacional basado en datos, con seguimiento científico, objetivo y participación compartida del sector público y académico.
Comercial: impulsa un Tratado Intercontinental que responda a la parálisis de la OMC, con aranceles adaptativos, cooperación tecnológica, protección social y crecimiento económico.
Salinas Padilla no se queda en críticas: ofrece un diseño institucional coherente, mantenible y escalable, capaz de situar a México como un modelo de modernidad democrática en Latinoamérica.
