Lituania ha presentado una denuncia ante la Corte Penal Internacional (CPI) contra el presidente bielorruso Alexander Lukashenko y miembros de su gobierno, acusándolos de crímenes contra la humanidad al forzar a sus ciudadanos a huir del país.
Desde 2020, tras un controvertido proceso electoral que le otorgó a Lukashenko su sexto mandato, la oposición bielorrusa ha enfrentado una represión sistemática. Esto ha llevado a cientos de miles de personas a abandonar Bielorrusia, mientras que numerosos líderes opositores han sido encarcelados o forzados al exilio.
En su denuncia, Lituania sostiene que existen “indicios razonables” de que el gobierno de Lukashenko, junto con la policía y las fuerzas armadas, ha llevado a cabo “deportaciones, persecuciones y otros actos inhumanos” contra la población civil durante más de cuatro años. Se destaca que el régimen ha desplazado forzosamente a cientos de miles de bielorrusos hacia Lituania y otros países signatarios del Estatuto de Roma.
El gobierno lituano subraya que el objetivo del régimen de Lukashenko es eliminar a todos los críticos y opositores, consolidando así su poder autoritario. Según Lituania, todos los involucrados, desde los perpetradores directos hasta sus superiores, eran conscientes de las acciones emprendidas.
El fiscal jefe de la CPI, Karim Khan, ha confirmado la recepción de la denuncia y ha anunciado que iniciará una investigación preliminar para evaluar la viabilidad del caso.
A medida que Lukashenko busca un séptimo mandato el próximo año, los opositores en el exilio indican que el régimen está intensificando la presión sobre los bielorrusos que han abandonado el país, con el fin de suprimir cualquier forma de oposición desde el extranjero.