Por Valeria Vázquez
La emblemática banda británica Pink Floyd ha alcanzado un acuerdo monumental para vender su catálogo musical a Sony Music por cerca de 400 millones de dólares. Este pacto, uno de los más significativos en la historia de la música, pone fin a años de desacuerdos internos entre sus miembros, especialmente entre Roger Waters y David Gilmour.
El catálogo, que incluye álbumes icónicos como “The Dark Side of the Moon” y “The Wall”, ha sido deseado por varias discográficas a lo largo de los años. Según la revista Variety, el acuerdo otorga a Sony los derechos sobre las grabaciones, así como el nombre y la imagen de la banda, mientras que los derechos de composición seguirán perteneciendo a cada uno de los músicos.
Gilmour ha mencionado en entrevistas que su decisión de vender no fue impulsada solo por razones financieras, sino por el deseo de liberarse de la presión de las decisiones y las constantes disputas en el grupo.
Con esta adquisición, Sony Music refuerza su posición en la industria, sumando un catálogo legendario a su cartera, después de acuerdos previos con artistas como Bruce Springsteen y Bob Dylan. Este movimiento asegura que el legado de Pink Floyd perdure, mientras que los fanáticos esperan con entusiasmo qué nuevos proyectos podrían surgir de esta colaboración.
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