Por Kathya Contreras
América Latina se está preparando para un hito en la astronomía con la construcción del Telescopio Extremadamente Grande (ELT), que promete revolucionar nuestra comprensión del cosmos. Este ambicioso proyecto, desarrollado por el Observatorio Europeo Austral (ESO), se erige como el telescopio óptico más grande del mundo, conocido como “el mayor ojo del mundo en el cielo”.
El ELT contará con algunos de los espejos más avanzados jamás fabricados, incluyendo el M1, un espejo primario con un diámetro de 39 metros, y el M4, el espejo deformable más grande creado hasta la fecha. Estos espejos están diseñados con una precisión milimétrica para captar la luz del universo y corregir distorsiones atmosféricas.
Ubicación y Tecnología de Vanguardia
Ubicado en lo alto del desierto de Atacama en Chile, el ELT aprovechará las excepcionales condiciones del desierto para la observación astronómica, que incluyen cielos despejados y baja contaminación lumínica. La elección del sitio no es fortuita, ya que el desierto de Atacama es uno de los lugares más óptimos para la observación del espacio.
El espejo M1, compuesto por 798 segmentos hexagonales, tendrá la capacidad de capturar 100 millones de veces más luz que el ojo humano. Además, el espejo M4, con su capacidad para deformarse hasta 1,000 veces por segundo, será crucial para corregir las turbulencias atmosféricas, garantizando imágenes nítidas del cosmos.
Construcción y Expectativas Futuras
La construcción de estos avanzados espejos está siendo realizada por empresas especializadas en Europa y se prevé que sean transportados a Chile en los próximos años para su instalación. El telescopio ELT estará montado sobre una estructura de 5,000 toneladas y se alzará a 80 metros de altura bajo una cúpula semiesférica.
¿Qué es el Telescopio Extremadamente Grande (ELT)?
El ELT tiene como objetivo proporcionar una observación del universo con un nivel de detalle superior al del Telescopio Espacial Hubble. Con su espejo de 39 metros, permitirá estudiar en profundidad las atmósferas de exoplanetas y explorar el cosmos con una claridad sin precedentes.
Este avance tecnológico no solo marcará un hito en la astronomía, sino que también posicionará a América Latina en el centro de la investigación astronómica global, ofreciendo una ventana sin igual al universo.