Por Valeria Vázquez
En un conmovedor regreso, Ricky Pearsall, el novato wide receiver de los San Francisco 49ers, está preparado para debutar en la NFL este domingo contra los Kansas City Chiefs, apenas 50 días después de haber recibido un balazo en el pecho. El entrenador Kyle Shanahan anunció el viernes que Pearsall ha completado con éxito su primera semana de entrenamientos y será retirado de la lista de lesiones no relacionadas con el fútbol americano.
El incidente ocurrió durante un intento de asalto en la zona de Union Square, donde Pearsall fue hospitalizado, pero afortunadamente no sufrió daños severos. Su recuperación fue rápida, y volvió a entrenar el lunes, impresionando a los entrenadores con su rendimiento. “No había ninguna expectativa previa”, comentó Shanahan. “Solo quería verlo en acción. Desde el miércoles se ha visto cada vez mejor, y hoy se sentía muy confiado”.
La participación de Pearsall en el juego es especialmente importante debido a la lesión de Jauan Jennings, quien no podrá jugar por un problema en la cadera. Shanahan reveló que Pearsall tendrá múltiples roles, tanto en equipos especiales como en la ofensiva. “Lo que sea que se requiera, está listo”, añadió el entrenador.
Pearsall fue seleccionado en la primera ronda del draft en abril, pero sus inicios se vieron obstaculizados por lesiones anteriores. Sin embargo, su regreso ha levantado el ánimo del equipo. “Los chicos están entusiasmados. Ha estado con ellos durante un tiempo y su presencia en las prácticas ha sido increíble”, concluyó Shanahan.
La afición de los 49ers espera con ansias ver a Pearsall en el campo, un testimonio de su fortaleza y determinación.