El bar Los Cantaritos, en Querétaro, fue escenario de un violento ataque armado el pasado 9 de noviembre, que dejó un saldo de 10 muertos y 13 heridos. Según las autoridades, el tiroteo fue un ataque directo contra delincuentes, lo cual ha puesto en alerta a la ciudad y a las autoridades locales. Felipe Fernando Macías Olvera, presidente municipal, calificó el ataque como una muestra de la violencia nacional que afecta cada vez más a Querétaro, comprometiéndose a redoblar los esfuerzos para garantizar la seguridad en la capital.
En un comunicado en su cuenta de X (antes Twitter), Macías Olvera lamentó la pérdida de vidas y aseguró que el ataque se debió a una confrontación entre grupos criminales, lo cual sigue preocupando profundamente a la sociedad. “Hechos de esta naturaleza nos convocan a trabajar más para que Querétaro siga siendo un lugar seguro”, expresó el edil.
Ante este escenario, el presidente municipal implementará nuevas medidas de seguridad en la ciudad, entre ellas la inspección rigurosa de establecimientos regentados por operadores externos, en un esfuerzo por identificar y cerrar aquellos que puedan estar relacionados con actividades delictivas.
Este ataque en Los Cantaritos es solo uno de varios incidentes recientes que han afectado la tranquilidad de Querétaro. En las últimas semanas, otros episodios violentos han cobrado la vida de personas provenientes de Guanajuato. El 4 de octubre, dos músicos fueron asesinados después de una presentación en un bar, y el 7 de noviembre, tres personas fueron ejecutadas en un local en remodelación. Estos incidentes reflejan el desafío de las autoridades para frenar la ola de violencia que se extiende en la región.