Por María Carrillo
Sabrina Carpenter, la multifacética cantante y actriz, ha vuelto a sorprender a sus seguidores con su sexto álbum, Short n’ Sweet. Con tan solo 25 años, Carpenter ha logrado fusionar a la perfección sonidos retro con letras mordaces que exploran las complejidades del amor juvenil y la traición, consolidándose como una de las artistas más versátiles de su generación.
Short n’ Sweet es un álbum que, lejos de ser solo una colección de canciones pop, se presenta como un ingenioso y afilado catálogo de relaciones fallidas y novios que se portan mal. Las letras de Carpenter son una mezcla de jugueteo sensual y crítica contundente, abordando temas como la lujuria, la infidelidad y las justificaciones que permiten que estas conductas persistan. En canciones como “Good Graces”, la artista lanza un dardo a los infieles con la frase: “Nadie es mejor convirtiendo el amor en odio”.
El recorrido de Carpenter en la industria del entretenimiento ha sido notable. Desde sus inicios en The Next Miley Cyrus Project y su posterior participación en el universo Disney, la joven artista ha sabido adaptarse y evolucionar. Sus primeros álbumes con Hollywood Records fueron una exploración de diferentes estilos de pop adolescente, pero fue con el sello Island y su álbum Emails I Can’t Send en 2022 que Carpenter encontró su verdadera voz, adoptando una personalidad adulta y juguetona.
El nuevo álbum, Short n’ Sweet, ya ha producido éxitos veraniegos como “Espresso” y “Please Please Please”, donde Sabrina mezcla melodías disco-pop con letras que exponen sus inseguridades y desafíos en las relaciones. En temas como “Dumb & Poetic”, la artista no solo critica a quienes se hacen pasar por sensibles, sino que también muestra su propia vulnerabilidad al admitir su susceptibilidad a las manipulaciones.
La producción de Short n’ Sweet es una prueba del talento de Carpenter para combinar lo antiguo con lo nuevo. Con la colaboración de renombrados productores como Jack Antonoff y Amy Allen, el álbum se mueve con fluidez entre el R&B, el grunge de los 90, el folk-pop y el indie-rock, creando un sonido único y contemporáneo.
Además de su talento musical, Sabrina Carpenter ha sabido aprovechar su faceta de actriz y celebridad multimedia para darle una nueva dimensión a sus canciones. El video de “Taste”, por ejemplo, es una declaración visual poderosa que, bajo su aparente ligereza, esconde una crítica feroz.
Con Short n’ Sweet, Sabrina Carpenter ha demostrado que no solo es capaz de reinventarse, sino también de desafiar las expectativas de la industria musical, ofreciendo un álbum que es tan refrescante como audaz. Sin duda, Sabrina Carpenter continúa consolidándose como una de las figuras más prometedoras y emocionantes del pop actual.