Este martes, el Senado de la República amaneció cercado con vallas metálicas y bajo un fuerte operativo de seguridad, implementado por la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana de la CDMX, ante la posibilidad de manifestaciones relacionadas con la adscripción de la Guardia Nacional (GN) a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
Se espera que este martes se realice la primera lectura de los dictámenes sobre la transferencia de la GN a la Sedena y la garantía de los derechos de los pueblos originarios. A medida que las tensiones aumentan, familiares de los estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos y diversos colectivos se movilizarán hacia el Senado, sumándose a la Jornada de Lucha «Sin tregua no hay cuartel», lo que podría intensificar las protestas en el área.
Los accesos a las principales calles que rodean el Senado, como Insurgentes y Madrid, así como Paseo de la Reforma y París, están cerrados al tránsito vehicular, permitiendo únicamente el acceso peatonal a quienes laboran en el recinto. Ante este panorama, el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, ha prohibido el ingreso de personas ajenas al órgano legislativo, buscando evitar incidentes como los registrados en la reciente discusión de la reforma judicial.