La primera presidenta de México destaca el papel de las mujeres en la política y garantiza libertades fundamentales
Por Kathya Contreras
En un acontecimiento sin precedentes en la historia de México, Claudia Sheinbaum Pardo se convierte en la primera mujer en asumir la presidencia del país, marcando un hito tras 200 años de liderazgo masculino. Con esta elección, Sheinbaum no solo reivindica la participación femenina en la política, sino que también promete un cambio significativo en la dirección del país.
Durante su emotivo discurso inaugural, Sheinbaum afirmó: “Es tiempo de transformación y de mujeres”, enfatizando que el pasado predominio masculino ha sido superado por la inclusión y el reconocimiento del papel de las mujeres en la historia. “No llegó sola, llegamos todas”, subrayó, reafirmando la importancia de la colaboración y el apoyo mutuo entre las mujeres.
La presidenta se comprometió a garantizar un amplio espectro de libertades, incluyendo la libertad de expresión, reunión y movilización. “La libertad es un principio democrático y lo respetaremos en todo momento”, declaró, insistiendo en que no se utilizará la fuerza del Estado para reprimir a la ciudadanía.
Además, Sheinbaum destacó su compromiso con la diversidad religiosa, política, social y cultural, asegurando que su administración defenderá los derechos humanos y que cualquier insinuación de autoritarismo es falsa. “Habrá un estado de derecho firme y claro”, puntualizó, refiriéndose a la reciente reforma que permite la elección popular de jueces y magistrados.
Desde el Palacio Legislativo de San Lázaro, la presidenta dirigió un mensaje positivo hacia el sector empresarial, prometiendo un entorno seguro para las inversiones nacionales y extranjeras. “Tengan la certeza de que las inversiones estarán protegidas en nuestro país”, afirmó, destacando la importancia de la colaboración entre el gobierno y el sector privado.
En el ámbito económico, Sheinbaum anunció que no se incrementarán los precios de los combustibles, y que se seguirá trabajando para aumentar el salario mínimo hasta alcanzar 2.5 canastas básicas. “No habrá aumentos en los precios de la gasolina, el diésel ni el gas”, reiteró, proponiendo un encuentro con empresarios para garantizar la estabilidad de los precios de la canasta básica.
Por último, la presidenta afirmó que continuará fomentando la relocalización de empresas en el marco del TMEC, resaltando la importancia de la cooperación económica entre México, Estados Unidos y Canadá. “No competimos, nos complementamos”, concluyó, abogando por un futuro de desarrollo regional sostenible y en armonía con el medio ambiente.
Con este discurso, Claudia Sheinbaum marca el inicio de una nueva era en la política mexicana, en la que la inclusión, la libertad y el crecimiento económico son pilares fundamentales de su gobierno.