Fruta desarrollada en laboratorio promete ayudar en la lucha contra el Alzheimer

Fruta desarrollada en laboratorio promete ayudar en la lucha contra el Alzheimer

Un claro ejemplo de la capacidad de la biotecnología para transformar alimentos cotidianos en posibles soluciones a problemas de salud complicados.

Por Vannia Carmona

La enfermedad neurodegenerativa progresiva más común es el Alzheimer, caracterizada por el deterioro de la memoria, el pensamiento y el comportamiento. Generalmente afecta a personas mayores de 65 años, desarrollándose lentamente y empeorando hasta interferir en la vida diaria. Se asocia con la acumulación de proteínas anormales en el cerebro, como las placas de beta-amiloide y los ovillos neurofibrilares de tau. Los factores de riesgo incluyen la edad, antecedentes familiares y hábitos de vida poco saludables. Aunque no hay cura, los tratamientos pueden aliviar síntomas y mejorar temporalmente la calidad de vida.

Un avance en este ámbito es el Tomafrán, una variedad de tomate creada mediante la incorporación de genes de azafrán, diseñada para explorar propiedades neuroprotectoras en la lucha contra el Alzheimer. Desarrollado por la Universidad de Castilla-La Mancha y el CSIC, este híbrido produce crocinas, compuestos del azafrán conocidos por sus efectos antioxidantes y antiinflamatorios.

Las crocinas, responsables del color del azafrán, son importantes porque protegen el cerebro del estrés oxidativo y la inflamación, procesos implicados en el deterioro neuronal y el Alzheimer.

El Tomafrán fue evaluado en un modelo celular de Alzheimer, usando extractos directos, nanopartículas de quitosano y exosomas del tomate. Estos últimos lograron atravesar la barrera hematoencefálica, permitiendo que las crocinas alcanzaran el sistema nervioso central y ejercieran su efecto protector.

Los resultados mostraron que los compuestos del Tomafrán pueden prevenir el daño celular asociado al Alzheimer, reduciendo el estrés oxidativo y la inflamación neuronal, lo que podría ralentizar la progresión de la enfermedad en etapas tempranas. Esta creación no solo representa un avance en biotecnología médica, sino que también ofrece una solución accesible y sostenible, al ser un producto agrícola que se puede cultivar y distribuir eficientemente.

Investigadores del instituto botánico de la UCLM que crearon Tomafran

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