Cinco cuerpos frente a la Universidad de Sinaloa exponen la violencia en Culiacán

Cinco cuerpos frente a la Universidad de Sinaloa exponen la violencia en Culiacán

Por Sofia Swindall

La violencia en Culiacán vuelve a encender alarmas con el hallazgo de cinco cuerpos abandonados frente a la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS). Este martes, los cadáveres, maniatados, descalzos y con signos de tortura, fueron encontrados en la carretera que conecta Culiacán y Eldorado, frente a la Facultad de Agronomía. Uno de ellos, desnudo y con una bolsa negra en la cabeza, evidencia el brutal contexto que atraviesa la ciudad. Estos hechos se enmarcan en la guerra interna por el control del Cártel de Sinaloa, que mantiene a los habitantes en un clima de terror desde el 9 de septiembre.

Una ola de violencia incontrolable

El inicio de la semana también estuvo marcado por el asesinato de siete personas y la desaparición de otras dos. Durante la madrugada del lunes, la ciudad vivió momentos de pánico con ataques a negocios, incendios provocados y el vandalismo de 80 cámaras de seguridad del Centro de Comando estatal. Más tarde, un tiroteo cerca de un casino interrumpió un partido de fútbol, aunque afortunadamente no hubo víctimas.

Pese a este panorama, el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, ha minimizado la crisis: “Se ha estado reduciendo la generación de violencia”, declaró, aunque los hechos demuestran lo contrario.

Impacto en la comunidad universitaria

La UAS suspendió las clases presenciales el lunes y ha extendido la medida a modalidad virtual tras los últimos acontecimientos. “En la UAS siempre prevalecerá la integridad de nuestra comunidad universitaria”, informó la institución en un comunicado. Este no es el primer incidente violento en sus inmediaciones; enfrentamientos y daños al campus, como balazos en muros y vidrios rotos, han sido recurrentes en los últimos meses.

Declaraciones controvertidas

El gobernador Rocha Moya, señalado en varias ocasiones por presuntos vínculos con el Cártel de Sinaloa, insiste en su inocencia y asegura que no tiene relación con el crimen organizado. Durante una entrevista reciente, defendió su postura: “Es completamente falso que el que quiera gobernar Sinaloa tenga que pedir permiso a los delincuentes”. Sin embargo, su manejo de la situación ha generado dudas entre la población y expertos en seguridad.

Con los cinco cadáveres frente a su principal universidad, Culiacán enfrenta una nueva realidad que contradice el discurso oficial de avances en seguridad.

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