Por María Carrillo
El consumo de alcohol durante el embarazo sigue siendo una problemática de salud pública que afecta a miles de recién nacidos alrededor del mundo. Cada año, cerca de 119,000 bebés podrían nacer con consecuencias físicas y mentales graves debido a la exposición prenatal al alcohol, una situación que podría prevenirse con información y medidas adecuadas.
El Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal (TEAF)
El Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal (TEAF) es un conjunto de afecciones que se desarrollan en los bebés como resultado de la exposición al alcohol durante el embarazo. Estas patologías afectan desde el crecimiento físico y el desarrollo cognitivo, hasta el comportamiento y las capacidades intelectuales del niño. A nivel global, el TEAF se considera una de las principales causas prevenibles de retraso mental no genético.
El consumo de alcohol durante el embarazo genera que los niveles de alcohol en la sangre de la madre lleguen al feto a través del cordón umbilical, impactando el desarrollo del cerebro y otros órganos vitales. Según Esteban Nolla, coordinador de Ciencia y Estrategias Preventivas en la Fundación de Investigaciones Sociales A.C. (Fisac), no existen registros claros en México sobre la prevalencia de este problema, lo que dificulta tener cifras exactas en el país. Sin embargo, la magnitud a nivel global evidencia la necesidad de crear mayor conciencia sobre este trastorno.
Síntomas y consecuencias del TEAF
El diagnóstico del TEAF puede resultar complicado, ya que los síntomas varían en cada bebé. Algunas características comunes son malformaciones faciales, como una distancia anormal entre los ojos o un labio superior más fino, así como alteraciones en el sistema nervioso central y problemas de comportamiento, tales como irritabilidad o dificultades de aprendizaje.
Nolla explica que el alcohol tiene propiedades teratógenas, es decir, puede generar malformaciones en el feto. Estas pueden manifestarse a lo largo de las diferentes etapas del desarrollo, afectando al bebé incluso en los primeros meses del embarazo, cuando muchas mujeres aún no son conscientes de su estado. La recomendación médica es clara: no existe una cantidad segura de alcohol durante el embarazo.
La importancia de la prevención
El Día Mundial del Síndrome Alcohólico Fetal, celebrado el 9 de septiembre, busca generar conciencia sobre los riesgos del consumo de alcohol durante el embarazo. Las organizaciones de salud, como Fisac, insisten en que la única medida efectiva es evitar por completo el alcohol durante la gestación. Si una mujer ha consumido alcohol sin saber que estaba embarazada, es crucial que consulte a su médico para evaluar posibles acciones preventivas que minimicen el daño al bebé.
Medir el consumo de alcohol: el concepto de “Trago Estándar”
Para la población general, Fisac ha impulsado el uso del “Trago Estándar”, una medida que facilita el control del consumo de alcohol. Un trago estándar contiene 13 gramos de alcohol puro, lo que equivale a una lata de cerveza de 355 ml, un caballito de tequila o una copa de vino. Se recomienda que las mujeres no excedan los tres tragos estándar en una sola ocasión, mientras que los hombres no deberían superar los cuatro.
Este enfoque no solo ayuda a promover el consumo responsable, sino que también contribuye a reducir los riesgos asociados con el abuso de alcohol, especialmente en situaciones como el embarazo, donde los efectos pueden ser devastadores para el feto.
El rol de la educación en la prevención
La Fundación de Investigaciones Sociales A.C. (Fisac), con más de cuatro décadas de experiencia, continúa trabajando en la promoción de una cultura de consumo moderado y responsable. Parte de su misión es educar a la sociedad sobre los peligros del alcohol en situaciones críticas, como el embarazo, y enfatizar la importancia de evitar el consumo cuando se va a manejar o durante otras actividades que podrían poner en riesgo la vida de las personas.