By Poner la educación en el centro de las políticas públicas es clave para crear transformaciones significativas que beneficien tanto al presente como a las generaciones futuras.
Por Vannia Carmona
Desde la adopción de la Agenda 2030 y los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, México ha sido un referente en la promoción de un enfoque integral para combatir la pobreza, asegurando que se garantice el acceso a derechos fundamentales como educación, salud, alimentación y vivienda.
Poner la educación en el centro de las políticas públicas es crucial para generar cambios profundos y duraderos. Sin embargo, sabemos que la sostenibilidad solo se logra si trabajamos de manera colaborativa. México cuenta con un ecosistema educativo comprometido, y es esencial escuchar a estos actores para encontrar soluciones conjuntas. Un ejemplo de este trabajo conjunto es la Certificación Docente en Innovación Social para el Desarrollo Sostenible, una iniciativa impulsada por la UNESCO y Learning by Helping.
El planeta atraviesa tiempos difíciles: guerras, desastres naturales y conflictos sociales nos alejan de los objetivos propuestos por la Agenda 2030.
En México, las recientes catástrofes, como los sismos y los eventos climáticos extremos, junto con problemas estructurales como la pobreza y la migración, nos exigen actuar con urgencia para construir un país más sostenible.
Las escuelas juegan un rol fundamental en este proceso, siendo espacios clave para formar agentes de cambio que transformen su entorno y el mundo. Programas como la Certificación Docente brindan formación de calidad a los maestros para que guíen a los estudiantes hacia un futuro más sostenible.
