Por Frida Rebollar.
La decisión del Banco de México (Banxico) de reducir la tasa de interés al 10% marca un paso importante en la estrategia del país para enfrentar la inflación, que alcanzó su nivel más bajo en ocho meses. Sin embargo, las tensiones internacionales y la influencia de la Reserva Federal de Estados Unidos podrían limitar el margen de maniobra del banco central.
CIBanco advierte que, de continuar la tendencia actual, la tasa de interés podría reducirse gradualmente a niveles de entre 8.5% y 9.0% hacia finales de 2025. Esta previsión está condicionada por factores externos como las amenazas arancelarias de Donald Trump y la postura restrictiva de la Fed, que ha complicado el entorno monetario global.
Mientras tanto, los aumentos en las tarifas de energía eléctrica, gas LP, frutas y verduras impulsaron la inflación en noviembre, según el Inegi. A pesar de estas presiones, Banxico confía en que los choques sobre el componente no subyacente se disipen en los próximos trimestres.
“Es una decisión prudente, pero no exenta de riesgos”, concluyen analistas. La atención seguirá puesta en cómo Banxico equilibra sus acciones para proteger la economía mexicana en un contexto de creciente incertidumbre internacional.