Por Alan Benitez
Los camaleones, conocidos por su capacidad para cambiar de color, han sido frecuentemente malinterpretados en cuanto a la razón detrás de esta habilidad. Durante mucho tiempo, se ha creído que estos reptiles utilizan su camuflaje principalmente para esconderse de los depredadores. Sin embargo, investigaciones recientes han demostrado que el cambio de color tiene funciones más complejas y fascinantes: la regulación de la temperatura corporal y la comunicación social.
Regulación de la temperatura
Los camaleones son animales ectotérmicos, lo que significa que dependen del ambiente para regular su temperatura corporal. Cambiar de color les permite absorber o reflejar la luz solar según sea necesario. Por ejemplo, cuando un camaleón se encuentra en un ambiente frío, puede oscurecer su piel para absorber más calor, mientras que en ambientes cálidos puede aclarar su tono para reflejar la luz solar y mantenerse fresco. Este mecanismo es crucial para su supervivencia, ya que les permite ajustar su temperatura interna sin tener que moverse excesivamente, algo vital en sus hábitats, que a menudo son desérticos o boscosos.
Comunicación y comportamiento social
Además de la termorregulación, el cambio de color de los camaleones también desempeña un papel fundamental en su interacción social. A través de colores vibrantes y patrones, los camaleones pueden expresar estados emocionales como el estrés, la ira o la disponibilidad para aparearse. Durante las peleas territoriales entre machos, los colores brillantes y agresivos son una señal de advertencia para los oponentes. Del mismo modo, las hembras pueden indicar su receptividad para el apareamiento mediante ciertos patrones de color.
El cambio de color también puede influir en la jerarquía social dentro de las especies de camaleones. Aquellos que pueden mostrar colores más vibrantes y cambiantes pueden ser percibidos como más dominantes, lo que les otorga ventajas en las interacciones competitivas.
Mitos y realidades del camuflaje
Si bien los camaleones pueden cambiar su color para mezclarse con su entorno, esto no es su principal función. En ciertas situaciones, como cuando se sienten amenazados por un depredador, pueden ajustar su coloración para confundirse con su entorno. No obstante, esta capacidad es limitada y no tan precisa como se suele creer. Es más común que el camaleón utilice su habilidad para interactuar con otros camaleones o para lidiar con las condiciones ambientales.