Por María Carrillo
El deseo de prolongar la vida y mantener una salud óptima ha sido una constante en la historia humana. La Dra. Florence Comite, experta en envejecimiento y medicina de precisión, ha compartido sus tres claves fundamentales para una vida más larga y saludable, en una entrevista con Mind Body Green. Estos principios están diseñados para personas a partir de los 20 años y pueden marcar una gran diferencia en la calidad de vida a medida que envejecemos.
1. Desarrollar músculo: el secreto para una vida larga
Mantener una buena masa muscular es esencial para la longevidad. Según la Dra. Comite, la pérdida de masa muscular comienza alrededor de los 30 años debido a la disminución de hormonas clave, como la testosterona. Esta pérdida gradual está relacionada con un mayor riesgo de enfermedades como la diabetes y otros problemas metabólicos.
“El músculo es la fuente de la juventud”, asegura Comite. El entrenamiento de resistencia, realizado al menos dos o tres veces por semana, es clave para mantener los músculos fuertes. Además, consumir una cantidad adecuada de proteína es fundamental para apoyar la salud muscular y mejorar la capacidad del cuerpo para controlar el azúcar en sangre, lo que a su vez reduce el riesgo de enfermedades crónicas.
2. Controlar los niveles de azúcar en sangre
El monitoreo continuo de los niveles de azúcar en sangre es un segundo pilar esencial. Comite sugiere que, si hubiese tenido la posibilidad, habría usado un monitor continuo de glucosa (MCG) desde temprana edad para controlar de manera más efectiva su salud metabólica. Estos dispositivos son particularmente útiles para mujeres jóvenes que toman anticonceptivos hormonales, ya que pueden afectar la resistencia a la insulina.
El control regular de los niveles de glucosa no solo permite ajustar la dieta en función de las respuestas del cuerpo, sino que también proporciona información en tiempo real sobre el impacto de los alimentos, el estrés y la calidad del sueño en la salud general.
3. Dormir bien: una inversión en longevidad
El sueño de calidad es el tercer factor crucial que influye en la longevidad. Según la Dra. Comite, monitorear el sueño profundo y el REM puede tener un impacto directo en la salud biológica. Un estudio reciente reveló que el 62% de las personas con niveles de glucosa en el rango de prediabetes también tenían problemas para dormir bien.
La falta de sueño afecta los niveles hormonales, lo que puede aumentar el riesgo de desarrollar obesidad, enfermedades cardíacas y otros trastornos asociados con el envejecimiento. Comite destaca que mejorar el sueño no solo ayuda a regular el metabolismo, sino que también promueve un mejor control de la insulina y reduce los antojos de azúcar, lo que tiene beneficios a largo plazo para la salud.
Según la Dra. Florence Comite, las tres claves para lograr una salud óptima y prolongar la vida son desarrollar y mantener la masa muscular, controlar los niveles de azúcar en sangre y asegurar una buena calidad de sueño. Adoptar estas prácticas desde temprana edad puede ser crucial para aumentar la longevidad y mejorar la calidad de vida.